La enfermedad de Parkinson es exclusivamente humana. En ella las neuronas de la substantia nigra van degenerando (como si envejeciesen antes de tiempo) porque son más vulnerables a los diferentes elementos que pueden dañarla (sean factores genéticos, acúmulo de proteínas anormales, problemas inflamatorios, vasculares o de otro tipo).
No hay que confundir la enfermedad de Parkinson (degenerativa y humana) con los parkinsonismos: si lesionamos la substantia nigra de una rata con una aguja o con un tóxico la “parkinsonizamos”, es decir, artificialmente hemos provocado una lesión que nunca se produciría en la naturaleza. Pero claro, si hemos dañado ese nucleo fundamental para la coordinación de los movimientos, el animal temblará, se quedará rígido y tendrá dificultad para moverse, síntomas “parecidos” a los de la enfermedad de Parkinson pero sin el mecanismo neurodegenerativo que le es propio (eso es un parkinsonismo, como ocurre en los psicóticos a los que se les dan demasiadas pastillas que dañan también las neuronas dopaminérgicas).
HUMANO, DEMASIADO HUMANO
Es una mera conjetura: la evolución filogenética, del cerebro de reptil al humano ha condicionado que la substantia nigra, por las numerosas tareas que debe realizar sea un punto muy vulnerable que puede desbordarse (“fundirse”) ante cualquier exigencia, sea un estrés violento o continuado, un tóxico o cualquier otra noxa. Posiblemente por eso el párkinson sólo se ve en humanos, no en animales menos evolucionados. la evolución cerebral de nuestra especie con un cerebro que requiere cada vez más tareas y el entorno socio-cultural que nos exige más allá de lo que la naturaleza previó. Es un tributo a nuestra condición de animal cultural.
¿POR QUÉ EL PROCESO CONTINÚA?
Admitamos que se lesionan un grupo de estas neuronas vulnerables por estrés, por un tóxico o por cualquier otro motivo. Al afectado comienza a temblarle el pulgar y el índice de una mano (hay somatotopía en los ganglios basales). Pero ¿por qué el proceso continúa y se extiende?
Quizá porque al morir una parte de las neuronas, las restantes, menguadas, todavía sufren más exigencias para cumplir su tarea. El mismo trabajo que ya era excesivo se hace ahora con menos obreros. Abierta la grieta, es más fácil derribar el muro.
MULTITAREA
Esa “multitarea” o sobrecarga de las neuronas dopaminérgicas que dañaría la substantia nigra es también considerada como el tributo que debe pagar el hombre por el amplio desarrollo evolutivo de su cerebro que nos permite realizar varias tareas simultáneamente: “Lo que aún no sabemos es cómo se origina. Es una dolencia propia de los humanos. Ningún animal lo padece. Por eso, pensamos que podría ser uno de los precios que pagamos por ser multitarea, tener esa capacidad tan humana de hacer varias cosas a la vez, hablar por teléfono, al tiempo que estamos leyendo algo en el ordenador o comiéndonos una manzana” (38).
CIRCUITO ANTICUADO PROVOCA PÁRKINSON
Se va abriendo paso la hipótesis de que la enfermedad de Parkinson es un tributo obligado de la propia evolución del cerebro humano. Los circuitos neurales arcaicos (reptilianos) tienen que conectar con zonas cerebrales suprasegmentarias que se han desarrollado desproporcionadamente y ya no pueden ser abastecidas por los núcleos arcaicos del tronco cerebral (39) (40).
La substantia nigra se ha quedado anticuada para los requerimientos del “animal cultural” que es el ser humano, sus neuronas se ven desbordada por el número y complejidad de las sinapsis que tienen que atender, y eso les hace vulnerables al estrés pero también a cualquier otra noxa. La substantia nigra es el punto más débil, el fusible a punto de estallar, y con ella los circuitos que unen tronco encefálico, ganglios basales y cerebro anterior: ésa sería la clave en el mecanismo de producción de la enfermedad de Parkinson (39) (40) .
HIPÓTESIS QUE SE DERIVAN
Algo parecido ocurriría en los problemas del hipocampo y regiones vecinas para adaptarse a la neurogénesis en funciones como aprendizaje, afectos y memoria (41)
Y de esto se deducen conjeturas secundarias sobre la diferente expresión genética en esas redes neurales, potenciales influencias epigenéticas tempranas, el concepto de uso abusivo o mala adaptación de las primitivos circuitos nerviosos ante las exigencias de la vida adulta y la fragilidad general del sistema debido a que las mitocondrias quedan exhaustas ante el exceso de energía que requieren esas neuronas (39) (42).